jueves, 4 de febrero de 2010

La muerte golpeo en Septiembre

a Sandra Roxana Velasquez

Esa puerta siempre

esta entre abierta.

Nadie espera,

nadie imagina que un día llegará,

golpeará,

y dirá tu nombre.

Aquella mañana como cada mañana

estaba ausente del mundo

de mi vida

del sol

del aire.

Sonó el teléfono

al levantarlo

por cada miembro de mi cuerpo

corrió sangre helada

quedando en perfecta parálisis.

Sin entendimiento

como si un electroshock

sacudiera la conciencia.

Los parpados estáticos

la saliva ausente,

en ese instante me rendí…

Llegaron barcos del mar negro

me llevaron

me rendí...

Esa mañana sonó el teléfono

Sandra había muerto…

1 comentario:

  1. Al menos nos queda la palabra y la fe para resucitarnos. Interesante poesía.
    Persevera.

    Saludos...

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