Mi tristeza de niña huérfana
que no halla la herida externa.
Mi tristeza de niña olvidada
brilla en los ojos de la soledad
y en su cuerpo híbrido vacío y solo.
Mi tristeza
sangra el cuerpo por dentro,
como la muerte silenciosa
infectándolo todo.
Mi tristeza,
el interminable naufragio
en la penumbra estéril,
de hundimientos en el mar del desconsuelo.
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