lunes, 14 de diciembre de 2009

Paperclips



Esta canción sangra una parte del pasado
deja fluir la profunda herida olvidada.
Es extraño
tan extraño que rozamos
una porción efímera
en donde no cabíamos
y la abandonamos con rencor.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Pensamiento de orgullo

Hoy Se aCortan Las DistaNcias,
y DespeRtaMOs Hace aLguNas maÑanAs
en MediO De NuesTRa reVolUciÓN,
De oRgULLo..
hoY Una mUjer LLeVA,
El TeAtrO dE sU vidA,
Al TeatrO y Sera ExcelenTE..
hOy LlorAmos Aun NuesTrOs muErTos,
LLoraMos AQueLLo quE ya No poDreMos vivIr..
Hoy Es Un díA maS
de DiciembRE que eMPieza a Agotarse..
Hoy CelEbrAmos La viDa,
Como Cada Día la celebRamos sIn daRnOs cuenTa...

martes, 1 de diciembre de 2009

Irreversible



Acaso los años.
Acaso el tiempo.
Acaso el cuerpo.

La piedra firme, los huesos,
y la gota cayendo en ellos,
los años.

El irreconciliable tiempo
el tiempo de la carne
la muerte de ella.

El fin de tu mirada contra la mía,
de tus yemas contra la piel
rozando el alma.
El contacto profundo,
el naufragio de los cuerpos.

El año de lo incierto, del fracaso,
acaso lo ineludible.

El tiempo de las pérdidas
acaso lo irreparable.

El cuerpo el recuentro
acaso insuficiente.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Romperme en vos



Me desintegro nuevamente
ánfora que mutila el tiempo,
me desgrano
barro seco,
vuelvo al polvo.
No puedo escribir
y te invoco,
las yemas acarician el papel inerte
todo se perfuma de oscuridad
es como volver a tocar tu piel.
Primitiva otra vez
de barro seco.
Volviendo a la tumba
en tu boca
que me traga enferma
depositandome en las entrañas
de un animal.
Una noche cuando lamía tu cuerpo
como un perro su carne abierta,
y gritabas tu dolor
ahogándote en tu abismo,
entendí que podía salvarte,
equívocamente,
y fui contra la roca como
el mar suicida
a romperme en vos.

Ella dibuja


Figuras vomitando otras.
Dolores que la tinta

adormece y olvida.
Personajes que desprenden,
el trazo,
lunares que esconden
rostros.
Gestos que simulan,
lagrimas que rayan
una tras otra
mejillas extrañas.
Cicatrices con costuras
de lo que tanto lleva roto.
Ojos que mueren ciegos
en el papel ciegos
el papel que los enajena del cuerpo,
el cuerpo
que ya no los contiene…

jueves, 26 de noviembre de 2009

Canción de Zoe


Son las tres de la mañana, los cigarrillos, fueron cayendo de cabeza al cenicero, y una canción se suicida una y otra vez.
El ruido nocturno va durmiendo acompañado de parpados que cae, mientras una aguja no deja de girar adueñándose de mí. El humo acaricia el aire en danza romántica y desaparecen, un perro le grita a la noche sus miedos.
Hay una mujer que duerme lejos, y le regala a sus ojos ciegos, sueños que mañana no recordará, lejana no conecta mis deseos, que se asfixian en las horas que no podemos rozar.
Un motor ronco sacude la madrugada, rotando cuerpos en algunas camas, y la misma canción no deja de nombrarla, continúa preguntándole, ¿dónde estás?, ¿dónde vas…?
Desde la ventana parece que el cielo quiere llorar, nada brilla en él, los pies descalzos martillan el suelo, alguien suelta una persiana, y en la penumbra la vista cansada, le cuanta historias al cielorraso, hasta finalmente apagarse.
.
Fotografía de Lorena G. Paz

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hacia donde dan las puertas y ventanas


Muchas puertas dan a jardines
en donde estás muerta.
Ventanas que se abren hacia mares
que ahorarón tu voz.
Un patio infinito de muertes oscuras,
de estatuas sin pupilas que lloran aerosoles,
guardan el sonido de pensamientos que en él deje,
que abandoné

en la despedida
de deseos
que esparcí por el cuerpo.
Muchas puertas dan a ese patio y su jardín
en donde enterré mi infancia
en donde cavan en las noches los recuerdos
nuevas tumbas,
todas ellas dan
a puertas y ventanas
que el viento golpea
como a un animal
su amo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Porque te Extraño..

a Sandra Roxana Velasquez
Cruzaremos el recuerdo
caminaremos las horas esperadas,
en el valle de noche díafanas
tu compañía salvará mi llanto
mi ausencia morirá en el reencuentro
quizás el blanco camino
nos lleve a los lugares olvidados.
Cruzaremos la distancia
abandonaremos la tristeza…

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Fuera del Garage! Parte 1

Fuera del Garage!
Una noche Multidisciplinaria que nos lleva desde los espacios intimos al encuentro con el publico y artistas.
jueves 19, 21hs.
Laprida 453, Tsunami Tango.
Entrada libre y gratuita.




El Zaguan Nº 4
nos acompaña en Fuera del Garage!


lunes, 16 de noviembre de 2009

Rostros de verdad


Le di un trozo de papel
y le pedí solo la verdad.
Seis meses después
el trozo da comienzo a su vejez amarillenta
y el silencio a ecos suicidas.
La palabra se retuerce en el vientre del lenguaje,

encuentra su tumba,
en el útero de su voz.

Un grito mudo de muerte
hace su siembra,
y ni el papel
ni la mano
gestan lo cierto.

A veces le hago
preguntas
cualquier tipo de preguntas,

apoyo mi oído en su boca
jamás responde,
sólo recuerda
la tempestad de Agosto.

Tiene un cuaderno
en el colecciona rostros,
los dibuja,
no se parecen a nadie,
pero sabe
quien es quien.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Pequeños suicidios



En tiempos pasados
al rocío de mis horas,
extrañamente de algún rincón
donde hay materia en mi cráneo
hubo una fijación de todos los tragos
amargos
dulces
agrios
intragables
etílicos
mortales…
Volcaban en mí la dosis de delirios profundos.
Con la ira carcomiéndose los huesos
y quemando roja la piel.
Caía del cristal a mi boca,
la ración que silenciaba el caos.
La carne desdibujada
era el metal que rompía en mí.
En el pecho, pequeños suicidios.
Extrañas desviaciones recorrían
de lado a lado mi vida
quebrando el cuerpo
abriéndolo como el sol abre la noche.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Un pétalo



Todos murmuran,

debería matarte,
tirar los restos

a la fosa oscura del olvido,
dejar que las lunas

descompongan
hasta la ropa,
pero no me atrevo.
Si fueras

un pétalo
de aquellas flores

amarillas,
hundiría la cruz en mí
mancharía

mi sien
de pólvora.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Regla numero uno


Ella es extraña, se acuesta en las noches con alguien diferente dice que no le gusta dormir sola, y aunque es lógica la diversa compañía, resulta absurdo.
Se levanta en la mañana temprano y rápidamente come algo, tiene ciertas costumbres al despertar, enciende un cigarrillo busca música adecuada al día y entra en su taller.
Cuando llega el mediodía acomoda su mochila, no lleva lo indispensable, revisa los mensajes envía algunos, devuelve otros, y luego toma un colectivo a la ciudad. En el viaje quizás recupera una hora de sueño o saca fotografías, o simplemente se entrega a sus auriculares hasta aproximarse a la parada habitual de camino a la facultad, o quizás hace algún cambio de planes de último momento y almuerza con ella, o se conecta a Internet.
Suele cumplir con cada actividad propuesta saltea rara vez su rutina pero no deja nada al azar.
Cursa la materia de esa tarde, y con gran devoción aspira un día dirigir una galería de arte o ser una artista reconocida.
Cuando el sol comienza su declive, vuelve a ordenar su mochila deja descansar dentro de ella cada cosa en su lugar, y retorna a su frase “no me gusta dormir sola”, o sencillamente se resigna y lo hace sin mas remedio.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Contradicción



Yo que tuve que matarte para sobrevivir
hoy lamo tu huesos
suplicando que revivas
que vuelvas a mí
que entres en mi cuerpo
que tus manos me pertenezcan.

Bajo la lupa de mis deseos
desmenucé tu vida
como arrancardo pétalos de un girasol
para ver si aun así podria adorar al sol.

Luego te asesiné cobardemente
para poder respirar,
ahora en las noches recorro tus abismos,
rondo en la oscuridad tu tumba
como un animal huérfano.

viernes, 30 de octubre de 2009

Proximidad..



Cuando la noche entra en mis horas
es como tu rostro
mal herido de lagrimas,
en una pesadilla
en la cual acecho
y mato nuestra proximidad,
o simplemente me asesino una vez mas…

viernes, 16 de octubre de 2009

Nuestra herencia



El calor de lava hormonal
sale de los poros,
entra en el roce tuyo y mío
los cuerpos se vuelven uno solo
en la humedad.
Me abrazo a tu piel
me vuelvo parte de ella,
te escucho mía perdida en mí
mordiendo la carne,
naufragas…
ninguna deja herencia
nuestra herencia se marcha nuevamente…
No amamantáremos más que nuestro amor,
una y otra vez sentiremos
el latir de úteros vacíos,
y no cabrá en tus brazos
más que el encuentro.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuando muere el encuentro nace el caos


Entonces la veo pasar
la juventud le lames los pasos
tiene caída incierta en las manos
la mirada opaca.


Y es tarde
para mi es tarde,
ya nos marco el destino ausente
vimos amanecer los cuerpos
y dejamos las sabanas sucias.

Entonces atraviesa mi vida
caigo a la suya,
efímeras…
Nos arrancamos la piel para olvidarnos
y plantamos cruces.

Qué tiene de romántico verse morir
quitarse con alergia de la memoria
mirarse de costado
o pasar enfrente como fantasmas.

viernes, 9 de octubre de 2009

Poema para la flor negra


Recorrí los dolores en el costado.
La piel abierta
los ojos extraños como un destello que va muriendo,
la mueca en la tarde de tu boca
el inquieto movimiento de las manos
en regiones antes mías.

Y me detuve,
detuve tu mirada en una imagen.
Y extraje lo mínimo
sin caer en lo escaso
que dos pueden darse.
Sin contar las vueltas que daban las agujas del reloj
alrededor de nuestros cuerpos.
Extrañamente dos llamas consumiéndose.

Olvidé el daño
el filo de las palabras
los gritos de soledad de la cama fría
y los deseos que se fueron como ecos.

Fuiste la flor negra en el ojal del corazón
el roce entre tu mano y la mía
la piedra dentro del alma
el callo caprichoso en la memoria
la tinta del verso hiriendo el papel
y ahora la cicatriz que delinea el cuerpo...

martes, 6 de octubre de 2009

La huella en el universo



La luz
la noche
el camino…

Correrán las aves
y entre sus patas largas tambaleará el mundo.
Correrán los elefantes
y entre sus patas anchas temblará el mundo.
Correrán los tigres y entre sus patas sigilosas
huirá el mundo.
Caminarán las hormigas
y en esa hilera infinita
de pequeños fragmentos irá el mundo.
Nadarán los peces y en su recorrido desovarán el mundo.
Alcanzarán los cielos en su vuelo las emigraciones
y entre el aleto irá el mundo.
Zigzaguearán las serpientes y entre ellas ondulará el mundo.
Ladrarán los perros y en su grito oscuro aullará el mundo.
Florecerán los árboles y entre sus frutos caerá el mundo.

El llanto romperá mi alma y en ella el mundo.

domingo, 4 de octubre de 2009

El espanto


Yo bebía las horas
el tiempo vacío
las ausencias,
la fatalidad de los cuerpos
que no logran el encuentro
ni la despedida,
yo bebía el espanto.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Conmigo...

Te llevaré conmigo
en la tempestad a mar abierto
en la proa de la derrota.
Sí, te llevaré hasta que la sangre se seque
y los huesos se vuelvan tierra fértil.
Te llevaré entre el fango
y caerás a mi pantano ahogándote
como un animal indefenso.
Te llevaré como a un muerto al cementerio
y llenarás el vacío de lo inerte.
Te llevaré en el peso de la piedra
que hay bajo mis pies
y serás la lápida.
Te llevaré
arrastraré toda humanidad
tu cuerpo frío
los parpados azules.
Te llevaré y el infierno arderá
al fin arderá lo que nunca fuimos
lo que nunca seremos…

miércoles, 16 de septiembre de 2009

En tu muerte


a Sandra Roxana Velasquez.

La quietud del día en su fin
lleva caída libre en los granos del tiempo.

Hay una sombra en las cosas inconclusas
en lo irreparable,
en las costras resecas del alma,
en el mar del naufragio
en esa tempestad de las postergaciones.
Al término de tu vida
la mía queda desecha,
lo que las manos construyeron
lo que el tiempo deshizo
y las que fui deconstruyendo
se aferran a lo que pudo ser y no fue.
En la siesta de las cosas
queda pegado el tiempo.
Ahora en tu muerte mi vida queda desnuda,
desamparada,
a la deriva en mi llanto
en el peso del dolor que encorva el cuerpo.
Es lo que no logra entendimiento
lo irreparable,
lo inconcluso en mi.

martes, 15 de septiembre de 2009

La carne del fruto


Y seré el fruto,
sí, fruto de lo irreparable.
Fruto envenenado con tu traición
con tu venganza
con tu impiedad.
Seré fruto bruto de tu tierra caótica,
volcán que llora su sangre
de herida profunda.
Seré ese fruto que muere con el pecho abierto
dejando caer su corazón al suelo.
Ese fruto seré en tu infierno.
Me comerán los gusanos en tu boca,
tu mordida infectara mi cuerpo y moriré,
fruto seco moriré
estéril e infinito.
Y volveré a la madre de todas las raíces…

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cementerios


Pequeños espacios sin luz
en mi cerebro que no late,
esta sensación inerte
me inunda de dolor.
Los jardines de las ventanas
que mis ojos no alcanzan
florecen en silencio
y en silencio mueren.
El cementerio del olvido
planta otra cruz,
una nueva cruz con tu nombre
para al fin dejarte atrás.
Un poco más vacía que ayer
o finalmente estéril,
vas plantando una nueva cruz
en tu cementerio también,
con mi nombre…



martes, 8 de septiembre de 2009

Días enfermos


El ser está enfermo
doblado por el peso de los pensamientos
por las parálisis de lo insuficiente
y lo irreparable de la vida.

La hora



“Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!”
Pablo Neruda.

En cada punto que recorren las agujas,
era la hora
el momento establecido
el final de los tiempos.
La hora infinita
la hora de la carne
el fin de ella.
Todo se queda inmóvil
el dolor nos recorre de pie a cabeza
volviéndonos diminutos humanos,
mortales y finitos,
la hora golpea la puerta
abre todas las ventanas y nos despoja,
dejándonos perplejos
incomprendidos y devastados.
La razón no comulga
¿A donde acomodo este dolor ahora
y la mentira de que la vida es larga?
cuando la muerte es eterna.
¿Qué le digo a mi útero que envejece
y no deja herencia?
A mi caprichosa realidad de la mujer que no amo,
pero que en mi cerebro se aloja, indefinidamente…
¿Qué hago con los años que
no parecen haber pasado por mi rostro,
pero que en el alma pesan?
¿Como entiendo que ella
mi buena amiga apago sus luces?
obligada a abandonar sus tierras
para descansar en otras…
¿Qué hago, como remonto esta hora?

domingo, 6 de septiembre de 2009

Los años que te robe


Ay, Magdalena,
yo solía asesinarte mansamente
anidando en la desconfianza,
la locura se vestía de alivio a mis dolencias,
estaba tan enferma y adormecida.

Yo solía abandonarte cada día
cada oscura noche,
en búsqueda de culpables
o de certezas que te condenaran,
por amarte despiadadamente.

Ay, magdalena,
lejos de tus latidos -envenenados por la ausencia-
me encontraba,
refugiada en mis fantasmas y sus orgías.

Magdalena
que afortunadas,
lejos de esas tierras borrascosas,
lejos de las heridas mentales
del pozo negro al cual caían los sueños.

Hoy, Magdalena
vengo de pagarte mi deuda
atravieso el meridiano de mi hora
de polo a polo mi dolor,
con olor a muerte en el alma
con la boca pastosa
sangrando de frustración,
y el costado abierto
por el filo del cinismo.

Hoy, Magdalena
dejo saldado los años
que te robe…

miércoles, 26 de agosto de 2009

Sustancia



Tus oscuras entrañas
tu vientre
guardan la descomposición de la piel,
mientras late el vacío
que los océanos no llenan.

Entre tus piernas
en tus pechos
duerme
la herida que tantos cuerpos no curan,
que tan sólo arañan tu oscuridad.

Con la sed del animal
y su hambre
vas de morada en morada
atravesando los huesos, la carne,
entre sabanas y ausencias,
para regresar a tu lecho frío
una y otra vez con el mismo sabor.

En el nacimiento del sol
tu ojos se abrirán
al desamparo de tu esencia,
y tu cuerpo se ensuciara de otros,
tu boca se podrirá en mentiras.

martes, 18 de agosto de 2009

La sombra que no alcanza su carne.


Miro mis manos
soy carne.
Salgo de esta oscuridad
un instante para no sentirme carne.
Soy la carne que vuelve
que vuelve en carne
que no logra ser entera y se desintegra.
Soy carne que camina infinita
hacia su muerte y putrefacción.
Miro mis manos
acá estoy bajo la luz que proyecta
la sombra de la que provengo.
Me miro carne infinita
que no sale de su oscuridad
que se desintegra
hacia la putrefacción.
Y vuelvo siempre a la luz
que no logra ser entera sin oscuridad.
Vuelvo a mis manos
y su sombra
que proyecta su muerte infinita.
Soy carne me miro
y las manos no alcanzan la sombra
que se desintegra en la oscuridad
en donde solo se encuentra carne.


sábado, 15 de agosto de 2009



Toda noche se posa en nosotros,
en las estaciones de trenes
en el parque
en un bar
en la cama
en el subterráneo,
sentados,
desnudos cayendo…
Toda noche se abre entre vos y yo,
en el silencio nocturno,
entre las sabanas que la ausencia llena,
que el vacío desgarra.
Y como la noche se posa
nos abre en carne,
y nuestros cuerpos,
-sin poder evadir ese ahogado dolor
que late en cada orgasmo-
simplemente se rompen.
La noche abre la madrugada,
se cierran tus ojos,
y con ellos la muerte se posa, se abre, cae.

La hora y el día


Al término de esta hora
la descomposición cerebral
iluminará una nueva orgía de pensamientos.

Lamentaré las memorias
por ser solo ello,
por no tener vida
carne…

Llegará esa hora
y caerá a mi abismo
la muerte del día.

Llegará esa hora
y no se ira el fragmento de mi infancia
que no logra desintegración.

El día ensuciara las nubes
en su nacimiento
y esa hora llegará,
para marcar cruces.

Llegará esa hora
tendré tu sabor en mí,
llegará el día
en que tu vejez será el fin.

viernes, 14 de agosto de 2009

Valle fecundo



Estoy sentada en este borde
mirando la línea sutil entre
mis ilusiones y mis fracasos,
con la vista posada en los pensamientos.

Me estremece la muerte del día
mientras caigo a la vida sin certezas.

En la habitación
como fuelle de bandoneón
mis pequeños escritos,
prematuros
balbucean en la noche,
los observo anidando en la cama,
el valle en donde fecundo los sueños.

Una delgada línea se abre en mí
como una herida insospechada
alumbrando la cintura de mis dolores.

Algo me sopla los ojos
y ya estoy de vuelta.

martes, 11 de agosto de 2009

El calor de tus labios

Tus labios, el mar de mi dolor,
desprenden calor húmedo,
comiendo los lamentos internos del ser,
el ser que se escapa con cada aliento,
con cada gemido, que va transformando,
lo que trascurre y no se detiene,
la esquina de mi vértice existencial.
Tus labios comiéndose las ansias.
Libido sueño, en el que naufrago,
para encontrarte en este lecho,
y abrazarte confortable,
iluminando nuestra oscuridad,
encontrándonos
mientras nos perdemos en orgasmos.
Tu rostro dolido,
tu piel ardiente y viva,
el cuello de mis besos,
tus manos cultivando mi intima profundidad,
los llantos enmudecidos,
recorriendo dos cuerpos entrelazados,
delicadamente enredados.

Sueños muertos

Estos sueños muertos
con los cuales amanezco,
con los que viajo hasta el desierto,
con los que naufrago…

Estos sueños muertos, tan míos.
en los que se cristaliza mi alma,
en los cuales se vuelven de piedra mis ansias.
Momentos que llegan
momentos que se escapan…

Mis sueños muertos, irreales,
dolorosos, en los cuales me vi ausente…
Distante… en la profundidad del pensamiento
pensamientos irreales y sin fin…

Estos sueños muertos y sus heridas,
¿hasta donde me acompañarán?
No tienen fin, aunque si un principio,
deambulan por la casa…
van, vienen, se alejan, se marchan…

Luego regresan para alojarse en mi mirada perdida.
Es ahí que me abrazan con firmeza,
y se precipitan en lagrimas negras,
como un personaje del abismo del dolor
que se vuelve intenso y favorito…

Mis tristes sueños muertos
no podrán irse, parecen tatuajes eternos en mi piel,
en la esencia del pasado
que no deja de ser un presente ocasional.

Mis ancianos sueños muertos,
no pueden mas que perecer
en la penumbra del pensamiento,
melancólico y lejano,
el que jamás alterará la intensidad y oscuridad del desengaño…

Mis tristes sueños muertos
duermen ya…
y al despertar inesperado,
sangrarán un bostezo apasionado.
En el cual se volverán abrazar
la ingenuidad y la mentira
advirtiendo su cíclica muerte y resurrección.

lunes, 10 de agosto de 2009

Dolor color negro

Mi tristeza de niña huérfana
que no halla la herida externa.
Mi tristeza de niña olvidada
brilla en los ojos de la soledad
y en su cuerpo híbrido vacío y solo.
Mi tristeza
sangra el cuerpo por dentro,
como la muerte silenciosa
infectándolo todo.
Mi tristeza,
el interminable naufragio
en la penumbra estéril,
de hundimientos en el mar del desconsuelo.

Hasta que la piel



Nademos en el mar caliente
de mi memoria,
no salgamos de él
hasta que la piel se nos arrugue.
Permanezcamos tanto como sea posible.
Necesito ese calor,
necesito flotar en cada gota
que este mar acumula,
ya sea de llanto
o de lluvia de tu vida contra la mía.
Que el cuerpo se vuelva liviano
que las manos, las piernas,
se extiendan casi hasta despegarse
de todo…

El deseo

El deseo es una mujer de negro
una mujer extraña,
el deseo es la mujer.
Mi deseo es el desierto sin sed
la sed sola, sin desierto.
El deseo son las manos alejándose.
El deseo es ella
la misma mujer de negro,
y su rostro pálido que no se deja acariciar.
El deseo es un cuerpo maniatado,
en una habitación oscura y solitaria.

Las manos

Los inciensos humean
y le dan contorno al alma,
la vuelven tangible
entonces, algo se extiende y se vuelve carne,
se hacen visibles
como una prolongación de ella
para poder tocarte.

Yo despoblada…


Yo que estaba despoblada
en mañanas desérticas
eufórica de sueños
vislumbrando anhelos.

Yo que anochecía despoblada
vaciando noches
a la luz de la luna
en su sombra solitaria.

Yo que vivía despoblada
suspirando fantasías
alejando pretensiones
cultivando memorias.

Yo que dormía despoblada
desnuda de caricias
abrazando ausencias
soñando feminidad.

Yo que caminaba despoblada
que recorría ciudades
recordando con nostalgia
la cuidad mía.

Yo permanecía despoblada
abnegando vida
observando perpleja
la caravana de utopías.

Yo que un día despoblada
cuando amanecía
deje vacía esa morada mía
abandonando la vida que conocía.

Sueños apretados

Sueños apretados,
que desvían y estancan,
entre las luces que se van apagando,
entre lo estéril que se aproxima,
y la inercia que me cautiva.
Entre sueños apretados,
el dormir, te anestesia,
aplastando los párpados,
y eliminando las fuerzas.
Ay princesa mía
estos sueños se escapan,
y la lluvia no para,
y las tormentas se disipan,
y tan solo soy carne que un día será putrefacta.
Ay princesa tus senos no adoptaran mis hijos,
y el universo se los llevara…

Todo arde


Todo arde alrededor,
los cielos, el agua, el aire
todo arde,
infinitamente arde.
Mi mente despoblada arde en ruina,
el casco abandonado de mi naufragio arde,
las llamas de mi dolor lo cubren todo,
y no puedo arder yo.
No puedo arder
como todo lo que esta en mis cuatro puntos cardinales,
todos ellos hasta los polos arderán.
Y yo, y mi cuerpo, y mi alma no ardemos,
aunque todo en mi sea llamas.

El silencio que te habita

A veces cuándo ya estoy triste de leerte
como un libro de terror,
la desolación
me aplasta agachando la cabeza.
Y tus páginas son mujeres,
y en cada capitulo tu nombre es ausencia,
y los días son el llanto silencioso
que no logro secar en ti.
Y en ese vacío mudo
que veo en tus ojos saturados,
veo el fondo de un aljibe
y su última gota.

Sin llamarlo dolor


Como un agujero negro en mi pecho
se abre un adiós,
y las flores muertas en mi boca,
la despojan de todo sonido.

La muerte del cielo ennegrecido
llora la tarde silenciosa
todo se aquieta
y la hiel del desconsuelo
ahoga mi corazón mendigo.

Como la herida que llora la roca
hasta llegar al inmenso mar,
lloran las grietas de mi rostro
junto al temblor de gestos desnudos.

Y en lenta agonía
toda mi humanidad
duerme el vacío y la ausencia
en la noche infinita.

Cementerios

Pequeños espacios sin luz,
mi cerebro no late
no se mueve, no muta,
esta sensación inerte
me perfuma de dolor.
Los jardines de las ventanas
que mis ojos no alcanzan
florecen en silencio
y en silencio mueren.
El cementerio del olvido
planta otra cruz
una nueva cruz con tu nombre,
para al fin dejarte atrás.
Un poco más vacía que ayer
o finalmente estéril,
vas plantando una nueva cruz
en tu cementerio también
con mi nombre…

Ay nosotras

Vos y yo,
nosotras primerizas, enamoradas,
inexpertas presuntuosas.
Ay nosotras, esas de ayer,
tan jóvenes e inmaduras.
Frutos verdes apurando estaciones,
buscando el sol.
Nosotras tan perfectas,
conmovidas,
presurosas, devorándonos.
Ay nosotras que felices fuimos,
que tristes nos volvimos,
que vacías nos quedamos
de darnos el cuerpo entero
y el alma llena.
Pero qué hicimos con el oxigeno,
que parece que no alcanzar…
Qué les paso a nuestras manos,
aquellas que generosas nos acariciaban.
¿Qué nos paso?
Como desaparecimos,
para encontrarnos en otros brazos,
en otras camas, en otros cuerpos.
Aunque yo no sea de nadie
y aunque vos ya no me pertenezcas.
Aun recuerdo tu perfume
y aun te extraña mi cama,
aun te recuerdo, aunque con dolor,
con tristeza y decepción.
Ay febrero me colmaste de deseos.
Ay octubre me desgarraste por dentro, para siempre.


01/09/08

Vívido

Estamos brotando de estación
cayendo a la vida como gotas,
dando giros a los días,
brillando en la noche infinita.
Multiplicando los deseos,
explorándonos como abismos,
habitándonos silenciosos.
A veces intrépidos navegantes
y otras náufragos dolorosos.
Viniéndonos al cuerpo
yéndonos al alma.
Cambiando de lo verde a lo rojizo
mutando los sentidos.
Perdiéndonos en el encuentro
encontrándonos perdidos,
espontáneos, repentinos
repetidos, singulares
conmovidos, peculiares.
Desde la fecundidad a las cenizas.

Fruto enfermo

Mi corazón es un fruto
que se comen los gusanos,
una herida putrefacta.
Y en la ambrosia de las horas
soy un mar negro,
en donde lloran las viudas
de este corazón enfermo.

Ay, melodía

Ay, melodía…
me arrastras a recuerdos enterrados
que la traen de regreso.
Enterré nuestros días,
dejándote al fin atrás,
quizás de la única manera
princesa,
quizás de la única.
Ya no deseo ese sabor a desolación y desesperación,
el sabor indescriptible del dolor,
que a su termino trajo tu destierro,
volviéndose las fotografías
el frente de una lápida.
Las pertenencias extrañas ruinas,
estorbándonos mutuamente…
Hay una melodía que te trae inesperada,
y es entonces que algo se desgarra,
y satura los sentidos
extirpa la paz,
despierta la soledad,
desentierra lo querido
y madura frutos verdes,
junto a mañanas dormidas,
y la vida es por un instante
el eterno caos de tu mundo y el mío.
Hay una melodía que despierta la memoria
y los fantasmas vuelven tormentosos…
Hay una melodía que aún te ama,
y yo la acompaño doliente mientras dura,
para volver a dormir…

Sólo carne, mil veces


Soy el desmonte que la vista lleva
hasta el infinito,
la desolación,
el río sin caudal
y las piedras solitarias.
Soy la noche del huracán,
el mar tempestuoso,
la flor que adora el sol,
las algas que boyan en el océano.
Soy los párpados abiertos en la noche
después de un sueño,
el cuerpo quieto,
el silencio nocturno
que permite escuchar el movimientos
de las células.
Soy carne, mil veces carne,
soy la sombra de la parálisis,
el olvido que te alcanza.

NaciMienTo..


Una tarde el intento se volvió acción,
esa tarde se volvió noche,
la noche mañana
y con ella se estiro entre la sabanas
una inquietud,
de un bostezo a la vida
y en ese instante,
MiL VeCes CarNe..